por Bernardo de Gálvez
es una de esos grandes desconocidos de la historia de España y cuyo nombre es
mucho más conocido en otros lugares del planeta (especialmente en Estados
Unidos) que en su país de nacimiento.
Tan solo ocho personas han sido distinguidas a lo largo de
la Historia como ‘ciudadano
honorífico de EEUU’ (entre los que se encuentran nombres tan insignes
como Winston Churchill o la Madre Teresa de Calcuta) y Bernardo de Gálvez fue
uno de ellos, por designación de los Padres
Fundadores de Estados Unidos, siendo el único español que posee dicho
privilegio y cuyo retrato está colgado
en unas de las paredes del Capitolio estadounidense, en Washington DC.
Tal honor se le concedió a título póstumo (falleció en 1786)
por petición del entonces presidente George
Washington, como agradecimiento a su figura y su muy destacado papel
(además de esencial) en la conquista de
La Florida (en posesión de los británicos) durante la Guerra de independencia de Estados Unidos.
Descendiente de una familia de hidalgos malagueños, Bernardo
de Gálvez inició su carrera militar a la edad de 16 años, participando desde el
primer momento (tras recibir la oportuna instrucción) en campañas bélicas tan
importantes como la invasión de Portugal
de 1762, dentro de la ‘Guerra de los
Siete años’.
Años después (en 1769), y tras ser ascendido a teniente de
infantería, fue reclamado por uno de sus tíos para viajar a Nueva España (varios miembros de la
familia Galvez ostentaban importantes cargos en la corte y administración
española de la época), instalándose en Luisiana donde su aportación sería fundamental
en la lucha contra los nativos apaches con los que las fuerzas del Virreinato
estaban enfrentados.
En 1772 regresaba hacia España como comandante, participando
en algunos de los conflictos bélicos de la época (como la invasión española de Argel)
y cuatro años después, ya ascendido a teniente coronel, volvió a viajar hasta
el continente americano donde sería nombrado, de forma interina, Gobernador de
Luisiana.
Ahí comenzó una estrecha colaboración del militar español
con el ejército continental (el cual estaba formado por las Trece Colonias que pretendían la independencia de EEUU). La
ayuda española desde Luisiana fue fundamental, sobre todo en el aprovisionamiento
necesario, al estar varios de los puertos de llegada de mercancías bajo el
control británico, y en la financiación de parte de la contienda.
Las fuerzas comandadas por Bernardo de Gálvez consiguieron
importantes triunfos sobre los británicos, pero la que realmente lo convirtió
en el héroe admirado en los EEUU fue
la toma del puerto de Pensacola, en 1781, la cual fue fundamental para
reconquistar Florida y que, posteriormente, sería de gran ayuda para los
intereses estadounidenses.
En 1785, gracias al buen trabajo desarrollado en el
continente americano, Bernardo de Gálvez fue nombrado Virrey de Nueva España, un cargo que tan solo podría ostentar
durante un año, debido a su inesperado fallecimiento el 30 de noviembre de
1786, a los 40 años de edad.
Fuente de la imagen: Wikimedia
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