Tras el exitoso lanzamiento al espacio del primer satélite, el Sputnik I, el 4 de octubre de 1957, el Gobierno soviético se apresuró en mandar otro rápidamente, esta vez con tripulación.
La elegida sería una perrita que habían recogido vagando por las calles de Moscú y a la que habían sometido a toda clase de entrenamientos aeronáuticos. Se barajaron varios nombres para el animal y finalmente el elegido fue Laika.
La fecha prevista para el lanzamiento era el 3 de noviembre de aquel mismo año. El máximo mandatario de la URSS, Nikita Jrushchov quería que el satélite estuviera en órbita coincidiendo con el 40º aniversario de la Revolución Bolchevique.
Se aceleró todo el proceso y puesta en marcha del proyecto, sin pensar en el método de retorno del satélite y el animal. En cuatro semanas se tuvo todo listo y a punto para el lanzamiento.
A las 19:12h del 3 de noviembre de 1957, el Sputnik 2 fue puesto en órbita, conteniendo en su interior al primer ser vivo que viajaba al espacio: la perrita Laika.
El lanzamiento se realizó desde el Cosmódromo de Baikonur (actual Kazajistán) y se llevó el control de las constantes vitales del animal telemétricamente.
Laika llevaba suficiente comida, en forma de compota, como para sobrevivir varios días, en los que el satélite estaría orbitando y, en aquel entonces, se dio como explicación que al cuarto día de estar en el espacio se dejó de recibir la señal desde el Sputnik 2 y que, posiblemente, el animal vivió entre cuatro días y una semana.
Pero en realidad, el tiempo que sobrevivió desde el momento en que el satélite fue lanzado, había sido entre cinco y siete horas. Momento en el que se había dejado de recibir las señales con las constantes de Laika, un hecho que se ocultó durante más de 40 años. Después de cuatro décadas, se supo que el animal falleció a las pocas horas de estar en el espacio a causa de un sobrecalentamiento y al estrés producido por la misión.
Los responsables del lanzamiento sabían desde un principio que el satélite no estaba preparado para poder regresar a la tierra y que la perra moriría en el transcurso de la misión.
El Sputnik 2 estuvo en el espacio durante 163 días, en el que orbitó la tierra en 2.570 veces. El 14 de abril de 1958 entró en contacto con la atmosfera, explotó y los pocos restos que quedarían de Laika se convirtieron en ceniza.
A lo largo de los años, Laika ha perdurado como un icono que ha estado presente en la cultura de, prácticamente, todo el planeta.
Post publicado originalmente para Yahoo! Noticias España el 25/4/2011:
https://es.noticias.yahoo.com/blogs/cuaderno-de-ciencias/laika-perra-callejera-h-roe-espacial-142955840.html
Fuentes de consulta: news.bbc.co.uk – dogsinthenews