En la habitación 1B de la tercera planta del Hospital Centro Médico Beth Israel en Manhattan se encontraba ingresada Harriet Chase. Pero en realidad ese era un nombre falso que estaba siendo utilizando por Huguette Clark, una centenaria y excéntrica mujer con unas extrañas costumbres, que no quería ser localizada ni reconocida por nadie.
Poco se sabía de esta multimillonaria que había decidido ‘desaparecer’ de la vida pública ocho décadas antes, teniendo lugar en 1930 su última aparición en sociedad. Durante sus años de reclusión en el hospital llegó a gastar la nada despreciable cifra de 170 millones de dólares.
Pero este dinero no se lo gastó sólo para sufragar los gastos médicos, sino que fue utilizado para comprar unas carísimas muñecas, dar propinas o pagar comisiones a intermediarios y alguna que otra donación.
Huguette Clark falleció el pasado 24 de mayo, pero tras de si quedó toda una enigmática leyenda de cómo vivió y gestionó su patrimonio durante los 80 años en los que no se le vio.
Lo tenía todo para ser inmensamente feliz y llevar una vida de ensueño. Siendo aún muy joven, con 19 años heredó una importante y multimillonaria fortuna tras el fallecimiento de su padre, William A. Clark, ex senador de los Estados Unidos e importante magnate conocido como ‘el rey del cobre’.
Huguette frecuentaba los actos que organizaba la alta sociedad neoyorquina, se codeaba con las personalidades más importantes de la época (entre ellos el multimillonario Rockefeller) y, en 1928, con 22 años, contrajo matrimonio con William MacDonald Gower, un joven y brillante abogado que procedía de una humilde familia y del que se separaría tras unos pocos meses de vida conyugal.
El 11 de agosto de 1930 viajó a Reno (Nevada) para obtener el divorcio rápidamente. Ese mismo día se tomó la que fue su última fotografía, la cual hizo llegar a los medios de comunicación con el anuncio de la disolución de su matrimonio. Tras esto, recuperó su apellido de soltera y se retiró a vivir en su magnífico apartamento de 42 habitaciones situado en pleno corazón de Manhattan, (en la Quinta Avenida de con la calle 72 este) con unas esplendidas y privilegiadas vistas sobre Central Park. Allí vivió recluida junto a su madre, que falleció en 1963, durante las siguientes cinco décadas.
Cuando contaba con 82 años, en 1988, Huguette Clark se mudó de su apartamento y vivió el resto de su vida, voluntariamente, en tres hospitales diferentes de la ciudad (entre ellos el Centro Médico Mount Sinai y el mencionado Centro Médico Beth Israel).
Pero en 2010, la apacible vida de Huguette Clark volvería a aparecer en la prensa. Sus sobrinos (futuros herederos de la fortuna) habían interpuesto una denuncia en el juzgado ante la malversación de una gran cantidad de dinero por parte de su tía y sus representantes legales.
La cadena de televisión MSNBC se hizo eco de la noticia y los medios de comunicación empezaron a indagar qué había pasado con la vida y el dinero de esta misteriosa mujer.
El abogado de Huguette, Wallace Bock fue señalado como principal responsable de un gasto de 170 millones de dólares en los últimos años. Aproximadamente 43 millones habían sido desviados a una cuenta de Bock, según él para cubrir gastos propios.
Pero ese no fue el único gasto extraño que descubrió la fiscalía: entre los años 1997 y 2006 se habían adquirido varias muñecas en la prestigiosa juguetería parisina “Au Nain Bleu”, la cantidad pagada por ellas fue de 2 millones y medio.
La enfermera privada de Huguette Clark recibió un pago en forma de ‘propina’ de 5 millones de dólares. Y la cuenta de la estancia en el hospital desde 1997 ascendió a 4,9 millones (1.000 dólares por día). El salario de la secretaria personal, Suzanne Pierre, fue de 12 millones.
También se encontraron varias donaciones a organizaciones benéficas de Israel y Cisjordania por varios millones, así como el mantenimiento de sus múltiples propiedades (entre ellos el apartamento de 42 habitaciones), que, a pesar de estar deshabitados en los últimos 20 años, habían generado unos gastos millonarios.
Sea como fuere, la vida de la extraña y excéntrica Huguette Clark durante las últimas ocho décadas será todo un misterio gracias al hermetismo con el que protegió su intimidad y su forma de vivir, para ello tuvo que utilizar una importante parte de la herencia de 500 millones que recibió allá por los años 20.
Post publicado originalmente para Yahoo! Noticias España el 23/11/2011:
https://es.noticias.yahoo.com/blogs/cuaderno-historias/la-rica-heredera-que-dilapid%C3%B3-su-fortuna-desde-150942050.html
Fuentes de consulta: Yahoo! News / MSNBC