La indigna colonia de fanáticos religiosos alemanes que torturó e hizo desaparecer a centenares de personas durante la dictadura chilena

Bajo el nombre de Colonia Dignidad’ fue
creado en 1961 en la en la comuna de
Parral (en el centro de Chile)
una comunidad privada de índole religioso que estuvo dirigida por un siniestro
personaje alemán llamado Paul Schäfer,
quien había llegado al país sudamericano huyendo -no solo de su pasado nazi durante su juventud- de las
acusaciones de pederastia que había
contra él en su país de origen.

Paul Schäfer había trabajado
gran parte de su vida como enfermero (de hecho, durante la Segunda Guerra
Mundial lo fue de la Wehrmacht
debido a que pertenecía a las Juventudes
Hitlerianas
) y posteriormente como predicador evangelista, algo que llegó a
obsesionarle de tal modo que acabó autonombrándose líder carismático de una
organización religiosa denominada ‘Misión
Social Privada
, creada por él mismo tras ser expulsado de la
congregación religiosa a la que pertenecía en su Alemania natal, tras conocerse
los abusos sexuales que cometió a niños de corta edad.

Para huir hasta Chile contó
con la inestimable colaboración de ODESSA (Organización
de Antiguos Miembros de la SS), la cual había sido creada un par de décadas
antes para ayudar a escapar de la justicia a todo aquel implicado en el nazismo
y que hubiera sido objetivo de la justicia.

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Tras su llegada a Chile,
Schäfer entabló varios contactos con otros compatriotas
huidos hasta allí y, sobre todo con algunos miembros de la ultraderecha
chilena, con los que colaboró estrechamente durante los años previos al golpe
de Estado militar de Augusto Pinochet
(el 11 de septiembre de 1973) que acabó con la democracia en el país
sudamericano y que llevó a uno de los periodos más infames de su Historia.

Schäfer, con la ayuda de
algunos inversionistas, compró una extensa propiedad en la comuna de Parral y
creó lo que sería conocida como ‘Colonia Dignidad’, un lugar de recogimiento
religioso donde, desde el primer momento, imperó el abuso de autoridad hacia
los integrantes –varios fueron los que intentaron huir tras comprobar que se
trataba de una secta, aunque la mayoría no lo consiguió- además de reiterados
abusos sexuales tanto a niños como a las mujeres jóvenes de la comunidad –y no
solo por parte del líder de esta sino de algunos de sus colaboradores-.

Además, debido a la amistad
iniciada por Paul Schäfer con Manuel Contreras,
jefe de la Dirección de Inteligencia
Nacional chilena
y mano derecha de Pinochet -que se encargó de dirigir la
represión política a los opositores del régimen militar-, el líder alemán de la
Colonia Dignidad colaboró estrechamente en la tortura y asesinato de centenares
de opositores (la mayoría jóvenes estudiantes).

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En el subsuelo de la colonia
se habían construido una serie de pasadizos subterráneos que conducían a celdas
y salas de tortura donde los represores militares –junto a Schäfer-torturaban
cruelmente a los jóvenes opositores detenidos.

Pero no solo bajo el suelo
de Colonia Dignidad se cometían abusos. A lo largo y ancho de aquel complejo
quienes habían ido a parar allí por motivos de convicción religiosa sufrieron
todo tipo de vejaciones, tanto físicas como verbales.

Se prohibía todo tipo de
contacto personal entre hombres y mujeres, quienes tenían que vivir en
apartados diferentes. Eso sí… se les permitía ocasionalmente tener alguna
relación sexual con el único fin de procrear, aunque tras el nacimiento los
progenitores no volvían a ver a sus hijos o no sabían quién de los niños o
niñas era. Una indigna práctica que a lo largo de las más de tres décadas que estuvo
abierta como comunidad religiosa privada bajo la dirección de Schäfer se estuvo
realizando.

La relación del alemán con
las autoridades militares chilenas llegó a ser tan estrechas que incluso el
propio Augusto Pinochet visitó la Colonia Dignidad en 1974, llegando hasta ella
en helicóptero.

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Tras la caída de la
dictadura en 1990 se comenzaron a conocer algunos testimonios sobre personas
que habían podido escapar de la colonia denunciando la cantidad de abusos,
vejaciones y violaciones continuadas de los derechos humanos que allí se
cometieron; aunque la justicia chilena todavía tardó más una década en
perseguir y castigar todos esos infames delitos, no siendo hasta el año 2005
cuando Paul Schäfer (con 83 años de edad) fuera detenido en Argentina –donde había
huido- y acusado, entre otras cosas, de pederastia, aunque posteriormente se
descubrió un extenso arsenal de armas en el complejo de Colonia Dignidad, así
como veneno y elementos químicos como para cometer algún tipo de atentado.

Schäfer fue condenado a 33
años de prisión (20 por los abusos sexuales y el resto por la posesión de
armas) de los que tan solo cumplió cinco años, debido a que falleció en 2010 a
causa de una insuficiencia cardiaca.

A pesar del tiempo que ha
pasado, muchas de las atrocidades que se cometieron en la Colonia Dignidad
todavía no se conocen o se ha hecho desparecer las pruebas, debido a que fueron
muchas las personas implicadas (muchas de ellas personalidades influyentes y/o
afines a la política o el estamento militar chileno).

Fuentes de consulta e
imágenes: coloniadignidad.cl / ddhh.minjusticia.gob.cl
/ bbc / theamericanscholar
/ contenido.com.mx

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