La compositora de origen español injustamente desconocida para el gran público

Su nombre era Marianne
von Martinez
(también referenciada como Marianna Martines), nació en Viena, en 1744, y era de ascendencia
española. Su familia paterna se exilió hacia Nápoles y después a la capital del
Imperio Austrohúngaro tras la
derrota austracista en la Guerra de Sucesión española.

Los expertos en música clásica señalan que Marianne, como
compositora, cantante e intérprete de teclado, tuvo una gran presencia en la
sociedad vienesa de su época, siendo actualmente injustamente desconocida para
el gran público.

Su progenitor, Nicolo
Martínez
, músico de profesión, trabajó como ‘maestro de cámara’ para el nuncio papal en Viena, adquiriendo una
importante relevancia social y permitiéndole su empleo codearse con la flor y
nata de la capital austriaca.

Esto lo llevo a residir junto a su esposa Maria Theresia (de
origen alemán) en un selecto edificio de la céntrica Michaelerplatz, en la que
tuvo como distinguidos vecinos al compositor Joseph Haydn (en sus años de juventud), el escritor y poeta
italiano Pietro Antonio Domenico
Bonaventura Trapassi
(célebremente conocido como Metastasio) y el compositor napolitano Nicola Porpora.

Marianne von Martinez creció rodeada de intelectuales y
músicos, desarrollando desde muy corta edad sus inquietudes artísticas y un
portentoso, a la vez que prometedor, talento para la música. El tener un
progenitor músico y a aquellos ilustres vecinos influyó en gran medida para formarse
y convertirse en una excepcional compositora, además de dominar perfectamente
el piano y cantar con gran soltura.

El joven Joseph Haydn, en aquellos momentos pasando algunos
apuros económicos, se encargó de impartir clases a la pequeña Marianne y, con
el tiempo, todos y cada uno de los ilustres vecinos participaron de algún modo
en su formación artística.

El escritor Metastasio, que por aquella época se había
convertido en uno de los libretistas de ópera más afamados, fue uno de los
primeros en advertir el precoz talento de la muchacha, con la que pasó gran
parte de su tiempo y cuando Marianne llegó a la adolescencia se enamoró
perdidamente de ella, a pesar de que le llevaba 46 años de diferencia.

Según cuentan algunas crónicas, no fue un amor
correspondido, aunque la muchacha siempre lo trató con un especial cariño e
incluso cuidó de él cuando enfermó a inicios de 1782 (Metastasio falleció en
abril de aquel mismo año, a la edad de 84 años).

Más allá del amor y devoción que el libretista podría haber
sentido por Marianne, la colaboración musical entre ambos fue importantísima,
escribiendo la letra para varias de las piezas que ella compuso.

Numerosas fueron las ocasiones en las que la emperatriz María Teresa I de Austria solicitó
la presencia en palacio de Marianne von Martinez para que esta le tocara al
piano y cantase sus propias composiciones.

Gracias a la herencia que recibió tras el fallecimiento de Metastasio)
Marianne pudo llevar una vida desahogada de problemas económicos y dedicarse
por entero a la música.

Destacó sobre todo por sus interpretaciones al piano o como
cantante, pero también fue muy significativa su carrera como creadora de piezas
musicales, aunque algunos sectores más conservadores de la sociedad musical
vienesa no terminaron de aceptarla en sus círculos como compositora, motivo,
más que probable, por el cual hoy en día sea injustamente desconocida para el
gran público.

Marianne von Martinez falleció en Viena en 1812, a los 68
años de edad, dejando como una interesante obra musical que, con el tiempo, se
ha ido recuperando.

 Fuentes de consulta e imagen: mujeresenlahistoria
/  historiadelasinfonia
/ Cuaderno
de notar (RTVE)
/ Wikimedia
commons

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