El soldado estadounidense al que se le dio por muerto durante la IIGM y mientras estaba luchando para el ejército soviético

La Segunda Guerra
Mundial
(1939-1945) es uno de los periodos históricos que más sorprendentes
sucesos originó, convirtiéndose muchos de esos episodios en curiosas anécdotas,
siendo innumerables las que he recogido en el blog Cuaderno de Historias
desde 2011.

image

En esta ocasión os traigo la curiosa historia de cómo un
joven soldado estadounidense fue dado por muerto  (erróneamente) y tras finalizar la guerra
apareció en su casa vivo y condecorado por el ejército soviético en cuyas filas
luchó durante los últimos meses del conflicto bélico, convirtiéndose en el
único militar norteamericano que participó en ese conflicto luchando en dos
ejércitos diferentes.

[Te puede interesar
leer:
El prisionero de guerra británico
que pidió permiso al káiser para visitar a su madre y regresó al cautiverio
]

Su nombre era Joe
Beyrle
, nació en 1923 en el seno de una familia trabajadora en la pequeña
ciudad de Muskegon (Estado de Michigan) y en 1942, con la entrada de EEUU en la
IIGM (en diciembre de 1941 tras el bombardeo japonés de Pearl Harbor) decidió abandonar
sus estudios universitarios (tenía una beca gracias a sus buenas dotes para el
deporte, sobre todo el béisbol) se alistó en el ejército norteamericano y fue
destinado al 506 ° Regimiento de Infantería Paracaidista, especializándose en
comunicaciones y demolición.

Entre las misiones que se le encomendó fue la de hacer
llegar oro a la Resistencia Francesa
con la que financiar la campaña antinazi gala. También participó el 6 de junio
de 1944 en el famoso desembarco de Normandía, aunque, junto a sus compañeros de
división, se lanzaron en paracaídas.

Por aquel entonces el joven Joe Beyrle ya era sargento y,
tras realizar varias misiones de sabotaje durante los siguientes meses,
finalmente fue apresado por los alemanes y llevado a varios campos de
prisioneros (en total siete) de los que intentó escapar en varias ocasiones,
lográndolo dos veces (y siendo nuevamente capturado).

Cabe destacar que cuando fue se escapó la segunda vez sus
las chapas identificativas y
uniforme militar fueron a parar a otra persona y, en este punto de la historia,
hay dos versiones sobre lo que ocurrió. Por un lado algunas fuentes apuntan que
tanto el uniforme como las chapas las intercambió el propio Joe por ropa de
calle con un civil alemán que posteriormente sería abatido de un tiro (el joven
norteamericano sabía hablar perfectamente en germano ya que era descendiente de
inmigrantes alemanes que llegaron a EEUU a finales del siglo XIX).

[Te puede
interesar:
 El héroe que entró en Auschwitz por voluntad
propia
]

La otra versión indica que las chapas identificativas se las
arrancó un miembro de la Gestapo que
se las puso y se  colocó el uniforme de
Joe para tender una trampa a otros fugados del campo de prisioneros, pero que,
debido a la confusión, murió por el tiro de un compañero nazi.

Sea cual fuere la verdadera versión de los hechos, lo que sí
se sabe con certeza es que al sargento Joe Beyrle se le dio por muerto y así se
lo comunicaron a su familia en Muskegon.

Pero estos eran desconocedores de que, realmente, el joven
Joe seguía con vida, aunque encerrado en el campo de prisioneros, esta vez en Stalag III-C, en Drzewice (al Oeste de Polonia).

No tardó en trazar otro plan de fuga y lograrlo. Sabía que a
poca distancia del Stalag había una división del Ejército Rojo (a muchísimos
menos kilómetros de donde podría encontrarse con Aliados de su nacionalidad o
británicos). Por tal motivo optó escapar y dirigirse hacia los soviéticos, a
quienes podría facilitar numerosa información alemana que había ido
recopilando.

Tras lograr escapar por tercera vez del encierro, consiguió ir
al encuentro de los soviéticos, cuando estuvo frete a ellos les gritó: ¡Amerikansky tovarishch! (¡Camarada
estadounidense!), uniéndose al convoy de tanques rusos y ayudándoles en las
misiones de estos (camino a Berlín), entre ellas en la liberación del campo de
prisioneros Stalag III-C donde había estado encerrado.

[Te puede interesar
leer:
Roger Bushell el héroe al que jamás
condecoraron
]

Pero su participación con el ejército soviético no duró
mucho más de un mes, ya que fue herido y llevado a un hospital de campaña en
donde curó sus heridas y dio a conocer su curiosa historia al militar al mando,
el mariscal soviético Georgy Zhukov,
quien finalmente le proporcionó la documentación necesaria para que pudiese
regresar a los Estados Unidos.

Eso sí. Antes de lograr llegar Estados Unidos, Joe Beyrle
tuvo que pasar innumerables pruebas y exámenes para que los norteamericanos
constatasen su verdadera identidad, debido a que oficialmente se le había dado
por muerto varios meses atrás.

Finalmente pudo regresar a su Muskegon natal y allí fue recibido como un auténtico héroe. Cabe destacar que fue condecorado tanto por estadounidenses como por los rusos cuando se celebró (en 1994) el 50 aniversario del Día D en el que había participado, recibiendo las medallas de manos de, los entonces presidentes, el norteamericano Bill Clinton y el ruso Boris Yeltsin. diez años después, en diciembre de 2004, Joe año falleció a los 81 años de edad debido a una insuficiencia cardíaca.

Otro dato anecdótico a destacar es que entre los años 2008 y
2012 el embajador de los Estados Unidos en Rusia fue John Ross Beyrle, hijo del
protagonista de esta curiosa historia.

Fuentes de consulta: lasegundaguerra
/ latimes
/ militarywiz.tumblr.com
/ warhistoryonline
/ Wikimedia
commons

[Te puede interesar
leer:
El fotógrafo catalán que fue clave
en los juicios de Núremberg
]