El periodista catalán que creó en Madrid la primera agencia de corresponsales de España utilizando palomas mensajeras

Hoy en día cualquier noticia que ocurre en algún punto del planeta es conocida y compartida al instante, pudiéndonos enterar en cuestión de minutos de lo que está ocurriendo a miles de kilómetros y todo ello gracias a las nuevas tecnologías y redes sociales.

Pero no siempre se ha podido disponer de esa inmediatez a la hora de difundir algún tipo de noticia, por lo que generaciones pasadas de periodistas se las tuvieron que ingeniar de múltiples maneras con el fin de poder transmitir la información.

Hace poco más de un siglo y medio (concretamente en 1865) se creó en Madrid la que ha sido considerada como primera agencia de corresponsales de noticias de España, siendo el periodista catalán Nilo María Fabra y Deas (llamado Nil en catalán) a quien se le ocurrió crear una red que pudiese hacer llegar las noticias a los periódicos locales de todo el territorio español.

Nil Fabra (nacido en la población de Blanes en 1843) provenía de una ilustre familia de nobles e intelectuales y antes de cumplir los 20 años de edad ya ejercía como periodista, trasladándose a vivir en Madrid a inicios de la década de 1860 y desde donde comenzó a ejercer de corresponsal para diversos periódicos, entre ellos el ‘Diario de Barcelona’ (uno de los rotativos decanos del periodismo español).

En 1865 fue enviado al País Vasco y fue estando allí donde se dio cuenta de la necesidad de tener una red de corresponsales más eficaz y mejor organizada, debido a que tal y como estaba por aquel entonces, las noticias llegaban con mucho retraso a las cabeceras y numerosas eran las ocasiones en las que se publicaban con varios días de retraso, no pudiendo ofrecer al lector una inmediatez sobre lo que acontecía en la actualidad (debemos tener en cuenta que en aquel momento los periódicos eran el único medio de información, ya que la radio y la televisión todavía no se habían inventado).

De vuelta a Madrid decidió organizar la red de corresponsalía por el territorio español con el fin de estar comunicados entre si los diferentes periodistas que debían ir enviando las noticias a los rotativos (era habitual que en aquella época un corresponsal trabajara para varios periódicos a la vez).

En aquellos momentos las maneras de hacer llegar las noticias desde un punto a otro eran diversas, siendo a través del telégrafo la más rápida; aunque no todos los puntos geográficos disponían de este servicio de comunicación, teniendo que recurrir frecuentemente al servicio postal, ferroviario o coches (carruajes) de línea que llevaban los mensajes de un punto a otro, tardando varias jornadas.

Nil Fabra también ejerció como corresponsal en dos de los conflictos bélicos más importantes del continente europeo de aquella época, la guerra austro-prusiana de 1866 y la guerra franco-prusiana de 1870. Y fue en ese periodo cuando descubrió una eficaz manera de comunicación utilizada en el frente: a través de palomas mensajeras.

A su regreso a España contactó con diversas asociaciones de colombofilia y organizó a través de las diferentes delegaciones del ‘Centro de corresponsales’ una eficaz red de palomares distribuidas por toda la Península Ibérica, convirtiéndose en la más eficaz y rápida manera de ir comunicando las noticias a aquellos puntos y cabeceras periodísticas que no disponían de otros medios.

Además, en caso de que el telégrafo eléctrico sufriese algún tipo de problema y se interrumpiera las comunicaciones, las palomas mensajeras serían las encargadas de mantener activo el servicio de noticias con los diferentes periódicos de todo el país.

Entre los hitos de este eficaz servicio de corresponsalía a través de la colombofilia creado por Nil Fabra está el acontecido el 9 de enero de 1875, cuando una de sus palomas mensajeras fue la que informó de la llegada a España desde el exilio del rey Alfonso XII (el 29 de diciembre de 1874 se había restaurado la monarquía en el país tras 21 meses de república).

La Central de Corresponsales de Nil Fabra se expandió a varios países de continente europeo, llegando a firmar acuerdos de colaboración con otras agencias, entre ellas la francesa ‘Agence Havas’ y la británica ‘Reuters’, en aquellos momentos las dos más importantes a nivel mundial.

El carácter inquieto de Nil Fabra también lo llevó a probar suerte en la política (fue elegido diputado y senador), además de convertirse en autor de varios libros de ciencia ficción, poesía y ficción histórica (ucronía).

Falleció en Madrid en 1903, a los 60 años de edad, siendo su Central de Corresponsales denominada en 1919 con el nombre de ‘Agencia Fabra’ (en su memoria) y en 1939 se convertiría en el germen de lo que hoy conocemos como ‘Agencia EFE’.

Fuente de la imagen: Wikimedia commons

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