El español que rechazó un cheque en blanco de la NASA

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Nacido en Granada en 1879, Emilio Herrera Linares fue científico, inventor, militar leal a la
República, político y uno de los pioneros de la aeronáutica en España.

Su lealtad a la Segunda República hizo que tuviera que exiliarse
y vivir fuera del país hasta 1967, año en el que falleció, en la ciudad suiza
de Ginebra, a los 88 años de edad. En su largo currículo de actividades podemos
llegar a encontrar que ostentó el cargo de Presidente
de la República española en el exilio
entre 1960 y 1962.

Pero su actividad política podríamos decir que fue mínima en
comparación a todo lo que realizó como hombre de ciencia en el campo de la
aeronáutica, además de ser uno de los
pioneros que sobrevoló el estrecho de Gibraltar en 1914
.

Fundamental fue su colaboración con otro dos grandes de la
época: Leonardo
Torres Quevedo
 y Juan de la Cierva,
además de todas las valiosísimas aportaciones que hizo en la Academia de Ciencias Exactas, Físicas y
Naturales
.

Pero el estallido de la Guerra Civil echó por tierra el
poder llevar a cabo la que hubiese sido una de las más grandes gestas logradas
durante su vida. Aquel 1936 era el año en el que estaba previsto realizar un vuelo
a 26.000 metros de altitud, mediante un globo aerostático, con el que se estudiaría
la estratosfera. Para ello Herrera había diseñado la ‘escafandra estratonáutica’,  un invento que años después le daría fama
mundial y por el que la NASA se
interesaría, llegando a ofrecerle un cheque en blanco con el fin de que
trabajase con ellos en los inicios de la carrera espacial.

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Dos fueron los motivos principales por los que decidió
rechazar la suculenta oferta que le realizó la agencia espacial estadounidense:
por un lado su avanzada edad. Por aquel entonces vivía en Suiza y su salud
comenzaba a ser delicada, por lo que tener que trasladarse hasta los Estados Unidos
no hubiese sido del todo conveniente.

Pero la otra de las razones por las que no aceptó fue por arranque
de orgullo patrio. Entre sus condiciones figuraba el que la bandera española debería ser colocada junto a la estadounidense
cuando la expedición espacial llegase a la Luna
, exigencia que los
norteamericanos no aceptaron y que a Herrera le sirvió para no aceptar la
oferta.

Eso sí, brindó todo tipo de ayuda a través de sus estudios e
investigaciones y la incorporación al equipo de ingenieros de la agencia
espacial de alguno de sus colaboradores.

Y es que la escafandra estratonáutica está considerada como la
antecesora de los trajes espaciales desarrollados por la NASA y que sirvieron
para llevar hasta la Luna a los tripulantes del Apolo XI en julio de 1969.

Fue tan decisiva la aportación de lo realizado por Emilio
Herrera que incluso el propio Neil Armstrong
entregó una roca lunar a Manuel Casajust
(uno de los más estrechos colaboradores de Herrera que trabajaba en la NASA)
para que se la hiciera llegar. Lamentablemente había fallecido dos años antes.

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Fuentes de consulta e imágenes: astronautix / spainillustrated
/ Wikipedia
/ Tecnología Obsoleta