El curioso caso del ‘hombre lobo’ de Tenerife que se convirtió en hombre de confianza del rey de Francia

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Se conoce como ‘hipertricosis
a una extraña enfermedad por la cual a quien la padece se le cubre el cuerpo
totalmente de pelo, recordando la imagen de éste a la de un licántropo o más comúnmente conocido como ‘hombre lobo’ (evidentemente ‘mujer loba’,
si la aquejada es del género femenino). Se encuadra dentro de las conocidas
como ‘enfermedades raras’ debido a que tan solo se tiene constancia y
conocimiento de una cincuentena de casos a lo largo de la Historia, datándose
el primero de ellos en el siglo XVI.

Este primer caso de hipertricosis está protagonizado por Petrus Gonsalvus (nombre con el que es
citado en las crónicas de la época, aunque en documentos más recientes ya aparece
con la castellanización ‘Pedro González’)
quien nació en la isla de Tenerife en 1537 y aparentemente era descendiente de
un jefe tribal guanche (aborígenes de las Islas Canarias).

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En un tiempo en el que las idas y venidas por parte de aventureros
y conquistadores a las islas eran frecuentes, hubo uno de esos expedicionarios
que al conocer a Petrus (que en esos momentos contaba con 10 años de edad) y
comprobar su extraña morfología semejante a la de un animal salvaje (para el
pensamiento de la época) decidió llevárselo hacia la corte de Francia donde lo
entregó como obsequio al rey Enrique II,
gran amante de las ‘rarezas’ y quien
decidió tomar a pequeño tinerfeño bajo su tutela.

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El monarca se propuso como meta el convertir al pequeño
salvaje en un gentilhombre, título
que se le otorgaba a aquel que era de la confianza del rey o grandes señores de
la nobleza. A partir de aquel momento, Petrus recibió una exquisita educación,
aprendiendo a escribir correctamente y a hablar nuevos idiomas a la perfección
(francés, latín, italiano… el castellano lo conocía del contacto que mantuvo en
su isla de origen con los colonos allí establecidos).

Petrus Gonsalvus se adaptó rápida y fácilmente a la vida de
palacio donde pasó la siguiente década aplicándose para ser considerado como
uno más de la corte, a pesar de las evidentes diferencias físicas con otros
cortesanos (algunos de los cuales recelosos de que un hombre salvaje tuviera tal alta distinción).

Tras la precipitada muerte del rey en julio de 1559 y la de
su sucesor (Francisco II) un año y
medio después (diciembre 1560), Catalina
de Médici
(viuda de Enrique II y madre del malogrado Delfín) se hizo cargo de
las atenciones a Petrus pero, debido a algunas presiones por parte de algunos
cortesanos cercanos a ella y al frágil estado de ánimo por el que estaba
atravesando, tras las desgracias acontecidas en la corte parisina, no dudo en
cederlo al servicio de Margarita de Parma, hija (extramatrimonial) del rey Carlos
I de España y V de Alemania
quien había sido nombrada recientemente como gobernadora
de Flandes
(en aquel momento perteneciente a los Países
Bajos Españoles
).

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Hacía allí se trasladó y es donde conoció a la joven Catherine
(en algunas crónicas figura como dama de compañía de Margarita de Parma) con la
que se casó y tuvieron seis hijos. La genética se encargó que cuatro de sus
descendientes también nacieran aquejados de hipertricosis,
aunque éstos en un grado más leve (a pesar de también tener el cuerpo cubierto
de pelo éste era mucho más fino y translúcido).

Según explican las crónicas, Petrus y su familia pasaron los
siguientes años en el ducado de Parma al servicio de Margarita y su esposo Octavio Farnesio y posteriormente con
el descendiente de ambos Alejandro Farnesio.

Se desconoce la fecha exacta de la defunción de Petrus
Gonsalvus aunque en la mayoría de fuentes consta el año 1618 (a la edad de 80
años), aunque apenas existen datos de sus últimos años de vida ni del resto de
su familia.

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