Durante el Imperio Romano, la lucha entre gladiadores se convirtió en uno de los espectáculos favoritos tanto del pueblo como de las jerarquías romanas.
Los césares disfrutaban con el cuerpo a cuerpo que enfrentaba a estos entrenados luchadores, acudiendo a espectáculos que habían sido organizados por ricos munerarius (individuos adinerados que costeaban este tipo de combates).
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Estos espectáculos nacieron como parte de las ceremonias que se destinaban a honrar la memoria de los fallecidos.
Como todo buen espectáculo, el combate de gladiadores tenía sus reglas y un árbitro que debía velar por el “juego limpio” entre los contrincantes que se batían a muerte. Estos árbitros solían ser gladiadores retirados y que eran conocidos como “summa rudis”.
Entre las reglas que se aplicaban a los combates estaba la de que el gladiador derrotado podía pedir la sumisión, y si esta petición era aprobada por el munerarius, el contendiente podía salir de la arena sin más daño.
Otra de las reglas era aquella que marcaba que si un gladiador caía al suelo por accidente y sin haber sido tirado por su oponente, se le permitía volver a levantarse, recoger su equipo y reanudar el combate.
Recientemente, en la lápida sepulcral de un gladiador llamado Diodoro, que vivió hace 1.800 años, se ha encontrado una inscripción que parece indicar que su muerte durante un combate entre gladiadores se debió a un error por parte del árbitro:
“Después de vencer a mi oponente Demetrio, no lo maté de inmediato. El destino y la astuta traición del summa rudis me mataron”.
Dicha lápida sepulcral indica que Diodoro nació y luchó en Amiso, en la costa sur del Mar Negro, en Turquía, y actualmente se encuentra expuesta en el Museo del Cincuentenario de Bruselas. Permanece allí desde que fue cedida poco antes de la Primera Guerra Mundial.
El profesor Michael Carter de la Universidad Brock en St. Catharines (Canadá), experto en el tema y que ha examinado cientos de lápidas de gladiadores, asegura que la lápida sepulcral de Diodoro es diferente a todas las demás con las que se ha encontrado a lo largo de su carrera.
En ella, Diodoro está tratando de contar mucho más de lo que habitualmente ponía en este tipo de elementos.
Todo parece indicar que Diodoro se enfrentó a Demetrio. Durante el combate, Diodoro se hizo con la espada de su contrincante, quien pidió la rendición.
El summa rudis interpretó el gesto de Demetrio como una caída accidental y le permitió levantarse y recuperar su arma, momento que aprovechó para herir de muerte a Diodoro.
Antes de su fallecimiento quizás indicó a su familia lo que quería que figurase en su lápida como epitafio y así dar a conocer la injusticia y traición que lo llevó a la muerte.
Post publicado originalmente para Yahoo! Noticias España el 22/6/2011:
https://es.noticias.yahoo.com/blogs/cuaderno-de-ciencias/diodoro-el-gladiador-que-perdi-la-vida-por-111827725.html
Fuente: Yahoo! News.