Cuando las organizaciones comunistas de México declararon a Isabel II y su esposo como ‘visitantes indeseables’
La reina Isabel II del Reino Unido realizó dos visitas oficiales a México (en 1975 y 1983), siendo el resultado de ambos viajes muy diferentes, debido a que en la segunda ocasión se encontró con una notable oposición por parte de numerosos ciudadanos que no veían con buenos ojos que el presidente mexicano, en el cargo desde hacía un par de meses, recibiera con todos los honores a la monarca y a su esposo, Felipe de Edimburgo, pues este país se había posicionado a favor de Argentina en el conflicto bélico de la ‘Guerra de las Malvinas’, que había tenido lugar entre el 2 de abril y el 14 de junio de 1982.
Detrás del boicot a dicha visita estaban varias organizaciones de carácter izquierdista, entre los que se encontraban el Partido Mexicano de los Trabajadores (PMT) y el Partido Socialista Mexicano Unificado (PSUM), ambos de corte radical y comunistas.
Los representantes del PMT y del PSUM habían exigido al presidente Miguel de la Madrid no recibir con honores a la monarca y su consorte, declarándoles como ‘visitantes indeseables’. Esto motivó para que desde el gobierno se ordenara vigilar estrechamente a los miembros de las organizaciones comunista y se encargó a la Dirección Federal de Seguridad espiarlos, ante la remota posibilidad de que el boicot a Isabel II pudiese acabar convirtiéndose en algún tipo de ataque terrorista hacia su persona.
Los agentes de la DFS (acrónimo de la agencia de inteligencia) se pusieron manos a la obra y desde varias semanas antes de producirse la visita (que tendría lugar entre el 17 y el 25 de febrero de 1983) estuvieron siguiendo e interceptando todas las comunicaciones de los líderes y miembros destacados de las organizaciones comunistas.
Gracias a las investigaciones se pudo descubrir que, Abel Salgado, jefe regional en Acapulco (primer lugar de la visita real) del PSUM, tenía intención de irrumpir en la recepción oficial y lanzar unas proclamas políticas en contra de la reina, aprovechando la gran cantidad de periodistas locales y medios de comunicación internacionales que en aquel momento se encontrarían allí para retransmitir e informar del viaje.
Las organizaciones comunistas consideraban que el presidente Miguel de la Madrid iba a traicionar el espíritu revolucionario y republicano de la nación, rindiendo pleitesía al imperialismo inglés y a todo lo que representaba la Corona británica, así como al país que reinaba Isabel II, en aquellos momentos dirigido por la conservadora Primera Ministra, Margaret Thatcher.
Se organizaron marchas de protesta (tanto por Acapulco como por el resto de poblaciones que visitaría la pareja real) y previamente a la visita se llevó a cabo pequeñas manifestaciones donde se mostraba la solidaridad de México con el pueblo argentino, así como la exigencia para que el presidente Miguel de la Madrid también recibiera con todos los honores a sus homólogos de países socialistas como Cuba, la Unión Soviética, Yugoslavia o China.
Las fuerzas de orden público montaron un gran dispositivo de seguridad en torno a la pareja real británica, teniendo controlados en todo momento a los militantes comunistas y en toda la semana que tuvo lugar la visita no se produjo ningún altercado de consideración (al menos que afectase a Isabel II y Felipe de Edimburgo).
El día de su llegada a Acapulco, el 17 de febrero, fueron recibidos por alrededor de dos mil personas que se acercaron hasta el aeropuerto, así como otras cinco mil lo hicieron en Puerto Vallarta y una cifra similar en La Paz (capital del Estado de Baja California Sur), de donde partieron de regreso al Reino Unido el 25 de febrero.
Pero estas cifras están muy lejos de las docenas de miles de personas que habían recibido a la reina Isabel II y Felipe de Edimburgo en su primera visita a México en 1975 (del 24 de febrero al 1 de marzo) y en el que la pareja real, acompañada del entonces presidente del país, Luis Echeverría Álvarez, fueron vitorearos por todos los lugares por los que pasaron.
Para muestra de dicho éxito, en el vídeo bajo estas líneas se puede comprobar los multitudinarios desfiles, donde no faltó el confeti y la decoración con miles de flores que formaban mosaicos.
Fuentes de consulta e imágenes: EFE / Milenio / BBC / Captura YouTube
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