Cuando en Inglaterra se puso de moda las peleas a patadas con zuecos de madera y suela reforzada de metal

Fue conocido como ‘Clog fighting’ y su momento álgido fue durante buena parte del siglo XIX, sobre todo en el periodo conocido como ‘Era victoriana’, y dejó de practicarse alrededor de 1950, década en la que se prohibió su práctica debido a su brutalidad. Durante todo aquel tiempo, las peleas a patadas con zuecos fueron ilegales, pero en las zonas rurales se tuvo una gran afición por la práctica de este sangriento pasatiempo que se convirtió en casi un deporte de culto para muchas personas.

Entre la clase obrera, era muy común calzar unos zapatos con suela alta de madera (tal y como conocemos hoy en día los denominados zuecos), lo cual ayudaba a poder aislar los pies de la humedad del suelo (e incluso no mojárselos al pisar zonas encharcadas). Era muy típico su uso entre mineros del carbón, trabajadores de las fábricas e incluso molineros, del norte de Inglaterra.

Algunos de ellos llegaban a reforzar su suelas con unas placas de metal, lo que confería a ese tipo de calzado una especial resistencia, al mismo tiempo de que se convertían en más doloroso en caso de ser pisado o recibir una patada con ellos.

La práctica del ‘Clog fighting’ se convirtió en un habitual modo de resolver los problemas entre vecinos o compañeros de trabajo y numerosas fueron las ocasiones en las que, tras algún desencuentro, se citaban en algún lugar (solía realizarse en lo más alto de alguna colina), convocaban a parientes, amigos y vecinos para que asistiesen de público y estos apostaban dinero por alguno de los dos contendientes que se liaban a patada limpia en las espinillas, acabando con grandes bultos y moratones, además de sangrar abundantemente.

Cabe destacar que esas peleas a patada limpia en las espinillas con unos zuecos de madera no solían durar mucho más de diez minutos, ya que llegada a esa duración los contrincantes podían aguantarse en pie a duras penas. Eso sí, dependiendo del lugar se aplicaban diferentes normas para determinar quién era el ganados. En unos sitios se terminaba en el momento en el que uno de los dos contrincantes empezaba a sangrar, en otros se acordaba un tiempo de duración (que solía rondar entre los cinco y los diez minutos) y ganaba aquel que tenía menos hinchazones y moratones en las piernas.

Pero esta práctica de patearse las piernas no es algo que surgió espontáneamente. Durante mucho tiempo incluso se llegó a considerar como deporte en algunos ámbitos, formando parte de eventos y concursos en multitud de lugares hace varios siglos atrás.

Por ejemplo tenemos los conocidos como ‘Cotswold Games’, que empezaron a realizarse a partir de 1612 en el suroeste de Inglaterra, y que fueron una especie de Juegos Olímpicos anual en el que se competía de numerosas formas (carreras de caballos, lucha con espada, cuerpo a cuerpo, con patadas en las espinillas, carrera de sacos, salto, baile, lanzamiento de objetos…).

Estos juegos estuvieron en vigor hasta 1852 (y fueron recuperados en 1963, volviéndose a celebrar desde entonces pero con deportes muy diferentes). A pesar de que los ‘Cotswold Games’ dejasen de realizarse, la moda de patearse las espinillas ya estaba muy integrada en la sociedad británica de la época, quedando el ‘Clog fighting’ como un evento aislado que se disputó en numerosos lugares de Inglaterra y Gales.

Fuentes de consulta e imagen: manchestereveningnews/ historyextra/ dailymail/ northernsoul

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