La sección de sucesos en los periódicos españoles de
principios del siglo XX era lo más leído y comentado en todas aquellas reuniones
sociales, de vecinos o familiares que se realizaban. La política o el deporte
apenas tenían relevancia y el poder leer en la prensa todo aquello siniestro que
pasaba en la llamada ‘España negra’
tenía una legión de seguidores.
Pero tras la Guerra Civil el gobierno franquista pensó que ya
había habido demasiada sangre y muertes en los últimos años y que a la
ciudadanía se la debía de informar de otros asuntos menos escabrosos,
comenzando un periodo en el que otro tipo de noticias sin ningún tipo de
morbosidad copaban las portadas de los rotativos (artículos ensalzando al régimen y noticias sobre fútbol o toros). Los
inflexibles censores de la época se ocupaban de que la crónica de sucesos apenas tuviera relevancia en la prensa, quedando
relegada a pequeñas notas en el interior de las páginas (evidentemente, con
alguna que otra excepción que por la envergadura de la noticia no podía pasar
desapercibida).
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Pero a inicios de 1952 el periodista Eugenio
Suárez decide arriesgarse y crear, junto a otros reporteros, un periódico
de aparición semanal al que bautizaron con el nombre de ‘El Caso’ y que recogería todas aquellas noticias de sucesos que
pasaban desapercibidas en los grandes periódicos y a las que los lectores no solían
tener acceso.
Con una modesta tirada inicial de 11.500 ejemplares a la
semana El Caso salió a la calle el 11 de mayo de aquel mismo año y empezó a
publicar truculentas noticias que ponían la piel de gallina o
sucesos insólitos que aunque nada tuvieran que ver con crímenes hacían las
delicias de los lectores. El solo hecho de saber que lo que allí estaban explicando era verídico hizo que cada vez contase con más adeptos y su distribución por los
principales puntos de venta de todo el país se convirtiera en una realidad.
Jugaba muy a favor del rotativo su impresión en un destacado blanco, negro y rojo, algo que lo convirtió en una de sus mayores
características a lo largo de las cinco décadas en las que se publicó.
Fue tal el éxito de El Caso que en 1954 la tirada del
semanario ya alcanzaba los cien mil ejemplares. Evidentemente, siempre dependía
del impacto de la noticia que llevaban en portada, siendo muchas las ocasiones
en las que a lo largo de la semana debían de ir lanzando nuevas ediciones que
hacía que esas cifras se superasen con creces.
Muchísimos eran los hogares y comercios en los que se podía
encontrar un ejemplar de El Caso. El semanario se convirtió en una publicación
fija en la inmensa mayoría de las peluquerías del país, donde las clientas que
iban a arreglarse el pelo debatían entusiasmadas las noticias de impacto de la
semana, ocurriendo exactamente lo mismo en todos los bares.
Pero también había quien intentaba desprestigiar a esta
publicación, sobre todo desde otros periódicos que habían visto reducir sus
ventas tras la popularización del semanario de sucesos, por lo que comenzó a
circular el comentario despectivo de que El Caso era el periódico de las ‘porteras’,
El momento de gloria para la publicación llegó con uno de
los casos más truculentos y mediáticos de la época, cuando en julio de 1958 el semanario
se hizo eco e informó con todo tipo de detalles de los famosos ‘crímenes
de Jarabo’. En aquella ocasión la tirada fue inaudita y El Caso llegó a
vender casi medio millón de ejemplares, todo un record teniendo en cuenta que
el diario que más ejemplares había vendido hasta la fecha había sido el
periódico Marca con 300.000 ejemplares.
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Corre la anécdota que a raíz de este éxito de ventas de El
Caso, el propio Eugenio Suárez envió a José María Jarabo una caja de carísimos
puros para que se los fumase en prisión.
También cabe destacar la cobertura que se le dio a finales
de la década de los 60 y principios de los 70 a todo lo que tuvo que ver con
uno de los delincuentes (y prófugos) más famosos de España: Eleuterio Sánchez ‘El
Lute’.
En las siguientes décadas y hasta su cierre definitivo en
1997, El Caso se convirtió en la publicación de referencia en ese tipo de
noticias y muchos fueron los periodistas que pasaron por el rotativo y llegaron
a ser inmensamente famosos dentro de la crónica de sucesos, como son los casos de
Margarita Landi o Enrique Rubio.
Fue tal el prestigio que alcanzó el semanario que muchas
fueron las ocasiones en las que, tras ocurrir algún crimen, los periodista de
El Caso eran avisados mucho antes de llamar a la policía.
Tras el fin de la dictadura franquista la publicación siguió
manteniéndose estable, pero según iban pasando los años y la crónica de sucesos
volvió a tener más protagonismo en los periódicos generalistas (e incluso la
radio y televisión crearon sus propios programas con muy buenas audiencias) las
ventas fueron descendiendo paulatinamente, hasta que echó el cierre definitivo
en 1997.
Televisión Española estrena una serie titulada ‘El Caso:
Crónica de sucesos’, protagonizada por Fernando Guillén Cuervo y Verónica
Sánchez, y que será emitida la noche de los martes en su prime time.
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