La Rosa Blanca, el grupo de jóvenes alemanes que se organizaron para acabar pacíficamente con el nazismo

Fue en junio de 1942, en el que cinco jóvenes cristianos decidieron crear un grupo de oposición llamado ‘La Rosa Blanca’ con el que pretendían, a través de protestas cívicas y pacíficas, acabar con el régimen totalitario de Adolf Hitler, quien había llevado a Alemania a una guerra mundial y estaba cometiendo un genocidio, acabando con la vida de todo aquel que no pensaba como él y era de su raza o religión.

Burdeles colaboracionistas en el París de la Segunda Guerra Mundial

Todo estratega militar ha sabido a lo largo de la Historia que uno de los puntos débiles de sus ejércitos era todo lo relacionado con el sexo y la necesidad de la tropa en mantener cualquier tipo de relación, como mero efecto de desahogo. Muchos son los grandes ejércitos que han sufrido sus mayores bajas a causa de las enfermedades venéreas que contraían los militares, algo que desde tiempos remotos se ha tratado de remediar a base de controlar los arrebatos sexuales de sus soldados.

Cuando los nazis querían que Hitler dominase el mundo desde el mismísimo Hollywood

Coincidiendo con el acceso al poder de Hitler en Alemania, el 30 de enero de 1933, seguidores de la ideología nacionalsocialista instalados en Estados Unidos comenzaron a organizarse para ayudar a su líder a llevar a cabo un ambicioso proyecto que lo encumbraría como ‘Emperador del Mundo’ para así dominar todos los rincones del planeta.

Las sádicas y terribles mujeres a cargo de los campos de concentración nazi

Con tan solo 22 años de edad, Irma Grese (conocida como ‘la bestia bella’) fue encontrada culpable de multitud de crímenes contra la humanidad, siendo ejecutada mediante la horca el 13 de diciembre de 1945. Tras de sí dejaba un reguero de muertes y torturas de los que se le acusó y que realizó a lo largo de los tres años que trabajó como guardia en los campos de exterminio de Auschwitz-Birkenau, Ravensbrück y Bergen-Belsen.

La operación militar que los Aliados ganaron a los nazis gracias a un engaño al gobierno español

En el cementerio onubense de Nuestra Sra. de la Soledad se encuentra una tumba en cuya lápida figura el nombre de William Martin, un comandante del ejército británico cuyo cadáver fue clave en un plan perfectamente tramado en el que se logró despistar a Hitler y Mussolini a través de un señuelo que engañó por completo al gobierno español y facilitó el éxito por parte de los Aliados, durante la Segunda Guerra Mundial, en el desembarco e invasión de Sicilia.