Los migrantes japoneses que lograron que en Texas hubiera una importante producción de cultivo de arroz

La importante
producción de arroz en Texas
sitúan a este Estado en el cuarto lugar del ranking de todo el
país, una posición importante y que aporta grandes beneficios a ese territorio
pero que podría haber estado encabezándolo
si no hubiese sido por ciertos recelos patrióticos de los propios texanos

que hace un siglo vieron como una invasión extranjera el hecho de que un grupos
de migrantes japoneses convirtieran varios acres de tierra abandonada en productivos campos de cultivo de arroz.

Todo empezó en 1903, cuando un importante catedrático,
experto en agricultura y miembro del parlamento japonés, llamado Seito Saibara, fue invitado por la
Cámara de Comercio de Houston para hacer una valoración de los terrenos agrícolas
de Texas y asesorar a los agricultores locales sobre el cultivo de arroz.

En aquellos momentos, el Estado sureño y fronterizo llevaba
algunas décadas cultivando este cereal, pero la calidad del mismo estaba muy
por debajo de otros cultivos nacionales, motivo por el cual desde la cámara de
comercio texana se quería dar un impulso, contratando un experto que los asesorase
y mejorar considerablemente la producción.

Seito Saibara se trasladó hasta Texas portando semillas de
arroz (de la variedad shinriki) que
le había regalado personalmente el emperador
de Japón Mutsuhito
(Meiji Tennō)  y
tras realizar las primeras pruebas de cultivo, determinó que la zona del Golfo de México podía ser
altamente provechosa y fértil para producir arroz
.

Tras una muy buena primera cosecha (que dobló la producción
y calidad de años anteriores), repartió las semillas de ésta entre los
agricultores texanos que se dedicaban a este cereal e incluso vio una muy buena
posibilidad de prosperar, tanto él como su familia y otros compatriotas, en
aquel lugar de EEUU, por lo que decidió hacerse cargo de unos acres de terreno
que le había cedido el propio Estado de Texas en el condado de Harris.

En 1904 hasta allí se trasladaron los padres, esposa e hijos
de Seito Saibara, acompañándoles una treintena de migrantes, con el fin de
trabajar los mil acres de cultivo de arroz.  

A lo largo de una década, los cultivos de arroz en Texas se
convirtieron en prósperos y muy productivos, creándose una industria
multimillonaria que supo sacar buen provecho de los conocimientos y las
semillas portadas por el experto japonés.

Seito Saibara también fue solicitado por algunos países de
América latina para ir a asesorar sobre cultivos de arroz. Durante quince años
viajó por gran parte de Sudamérica, dejando al cargo de sus cultivos en Texas a
sus hijos y los migrantes que los habían acompañado.

Después de la IGM empezó a surgir cierto recelo texano hacia los cada vez más prósperos cultivadores
japoneses
, quien habían servido de reclamo para otras muchas familias
niponas que también se habían animado a viajar hasta allí en busca de
prosperidad.

Seito Saibara falleció en 1939 (a la edad de 77 años),
siendo declarado como una de las ‘Cien personas
más importantes e influyentes en la Historia del Estado de Texas’
.

Los recelos y xenofobia patriótica de los texanos (y
estadounidenses en general) hacia las personas de origen japonés, sobre todo a
partir del bombardeo de Pearl Harbor, llevó a una persecución de estas durante
un tiempo, provocando que numerosos cultivadores de arroz decidieran cambiar de
cereal, al considerar que este era de origen nipón y realizarse un boicot a los
productos japoneses.

Durante la IIGM los hijos y nietos de Seito Saibara serían
encerrados en campos de concentración estadounidenses junto a miles de
compatriotas.

Todo esto provocó que el cultivo de arroz en Texas hiciera
descender a éste desde el top de producción hasta el cuarto puesto en el ranking
nacional.

Los terrenos de cultivo de arroz de la familia de Seito
Saibara actualmente pertenecen a la NASA, aunque los descendientes de éste
continuaron con el negocio del arroz (va por la tercera generación).

Cabe destacar que en el Estado de Texas es común encontrar
algunas poblaciones, edificios, calles e incluso una universidad con el nombre
de ‘Rice’ y, erróneamente se
atribuye a fructífero negocio del arroz décadas atrás (rice es arroz en
inglés), pero no es correcta dicha explicación ya que tales denominaciones
provienen del apellido de un ilustre hombre de negocios y filántropo texano llamado
William Marsh Rice, que vivió entre
1816 y 1900 y cuya fortuna sirvió para fundar la Rice University de Houston.

Fuentes de consulta e imagen: uhclarchives
/ tshaonline
/ chron
/ transnationalasia
/ rice /

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