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Esta es la curiosa historia de dos artistas procedentes de disciplinas y países diferentes que un día, tras conocerse, vivieron mutuamente un “flechazo” artístico; dos hombres cuyas carreras profesionales eran totalmente ajenas la una de la otra y que, llegado el momento oportuno, decidieron trabajar juntos. Sus nombres eran Harpo Marx y Salvador Dalí.
Los protagonistas se conocieron a mediados de los años 30 en una fiesta privada en París. El genio catalán quedó fascinado por la maestría y el arte musical e interpretativo que guardaba bajo la manga el hermano ‘mudo’ (en las películas, no en la vida real) de los Marx. Tanta era su admiración que a través de un conocido de ambos, Jo Forrestal, le trasladó su intención de pintarle un retrato.
El 31 de enero de 1937 Harpo le envió al pintor un telegrama con el siguiente texto:
«Estimado Salvador Dalí: he recibido un telegrama de Jo Forrestal diciendo que usted está interesado en mí como víctima. Emocionado ante la idea. El rodaje actual acabará dentro de seis semanas. Si viene al Oeste, estaré encantado de ser pintarrajeado por usted. Tengo una contrapropuesta: ¿Posaría para mí mientras yo poso para usted? Feliz año nuevo de un gran admirador de La persistencia de la memoria».
La respuesta no se hizo esperar y unos días después Salvador Dalí viajó a EE.UU junto a su esposa Gala. Allí se reunió con el actor, y como muestra de admiración, le regaló un original arpa hecho de cucharillas y cuerdas de alambre de espino. Ambos posaron para la prensa junto al instrumento tras su primer encuentro.
Por aquel tiempo, los Hermanos Marx estaban en pleno rodaje de la película “Un día en las carreras”. Durante los descansos, Harpo y Dalí aprovechaban para hablar amigablemente y trabajar juntos en un proyecto fascinante: el guión cinematográfico de una película surrealista que se titularía “Jirafas en ensalada de lomos de caballo”, aunque más adelante se cambiaría por el de “La mujer surrealista”.
Los dos, reunidos, tomaban notas, escribían, dibujaban, hacían garabatos… Un cúmulo de creatividad se encontraba entre estos dos genios, que deseaban llevar adelante un proyecto entusiasta e innovador.
El guión se escribió en francés, tenía 22 páginas y se estipulaba que la duración del film sería de 30 minutos, siendo protagonizada por la propia Gala. Sin embargo, la idea no gustó a los responsables de la Metro (productora con la que Harpo tenía un contrato en exclusiva) y la rechazaron, quedando el proyecto guardado en un cajón junto a los apuntes y dibujos que compuso Dalí.
En la actualidad, los textos y dibujos relacionados con el guión se encuentran en la colección de la Fundación Gala-Dalí y en el Centro Georges Pompidou de París.
Post publicado originalmente para Yahoo! Noticias España el 28/9/2011:
https://es.noticias.yahoo.com/blogs/cuaderno-historias/la-surrealista-pareja-art%C3%ADstica-que-formaron-salvador-dal%C3%AD-151817847.html
Fuentes de consulta: salvador-dali.org / marx-brothers.org / telegraph.co.uk
