La joven que tras ser ahorcada en 1905 logró ser la última mujer ejecutada legalmente en el Estado de Vermont

En el Estado de
Vermont
(situado en el noreste de los EEUU, fronterizo con Canadá) se han
ejecutado dos mujeres a lo largo de la Historia; la primera tuvo lugar el 30 de
marzo de 1883 en la Prisión Estatal en el Condado de Windsor,
siendo la ejecutada Emeline Meaker, de
44 años de edad, quien fue encontrada culpable por el tribunal de haber
asesinado a la pequeña sobrina de su marido.

Veintidós años después (1905), la joven Mary Mabel Bennett Rogers (Mary Rogers), sería llevada al cadalso de
la también Prisión
Estatal de Vermont
para ser ahorcada
tras ser juzgada y encontrada culpable del asesinato de su marido.

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Una ejecución que estuvo
envuelta de una agria polémica social y política, provocando que tanto gran
parte de la ciudadanía como de los representantes políticos se movilizaran para
intentar parar el ajusticiamiento de Mary
Rogers
y que se le conmutase la pena por la de cadena perpetua.

La condenada, de tan
solo 22 años de edad (nació en 1883), provenía de una familia desestructurada,
con dos progenitores alcohólicos y maltratadores que siendo ella una niña la
habían intentado matar en varias ocasiones ya que Mary representaba para ellos
un estorbo. Esto provocó en ella un comportamiento extravagante y unas ansias
de llamar la atención en los demás. En 1898, siendo todavía una adolescente de
apenas 15 años, conoció a Marcus Rogers, doce años mayor que ella y con quien decidió
marcharse de casa para contraer matrimonio, un excelente modo de poner
distancia con sus indeseables padres, a pesar de no estar enamorada.

Mary no era emocionalmente
estable y la mayoría de veces se comportaba como si tuviera menos edad. En 1891
tuvo un hijo quien falleció accidentalmente tras caer al suelo y fracturarse el
cráneo cuando tenía seis meses de vida. La muchacha dijo que se había tratado
de un accidente, ya que el pequeño se le había escurrido de los brazos. Nadie
la juzgó ni acusó públicamente de nada, aunque quedó cierta sospecha de que
podría haber sido intencionadamente. Coincidió que poco después Marcus cayó
enfermo y algunas fueron las personas que indicaron que posiblemente habría
sido envenenado por su esposa, pero tampoco se demostró nada contra ella.

Pocos meses después el
esposo tuvo que partir hacia el Estado de Nueva York donde había encontrado un
empleo en Hoosick Falls y Mary se negó acompañarlo (debido a que allí
vivía su familia política, con la que no se llevaba bien). Fue una excusa
perfecta para vivir durante un tiempo separados y en el que ella aprovechó para
llevar una vida disoluta y mantener encuentros sexuales con varios jóvenes de su
población. Ese era el tipo de vida que quería llevar y pensó que el único modo
de disfrutarla era eliminando a su marido (así se lo hizo saber a uno de sus
amantes ocasionales, un joven llamado Leon
Perham
, quien decidió ayudarla a asesinar a Marcus Rogers).

El agosto de 1902 Marcus fue
a visitar a su esposa y ésta le propuso ir a pasar un dia de picnic a un
cercano río. Les acompañó el joven Leon Perham y con la ayuda del
muchacho Mary consiguió engañar a su esposo (con la excusa de realizar un
divertido juego), lo maniató, para posteriormente drogarlo y tirarlo inconsciente
al agua donde se ahogaría. Quitó la cuerda de sus muñecas y dejó una nota de
suicidio falsificada cerca del cuerpo.

Pero, evidentemente, el modo
en el que se realizó el asesinato tenía múltiples defectos y rápidamente la policía
sospechó que tras la autoría estaba la esposa. Mary Rogers fue detenida tras
haber intentado cobrar el seguro de vida de su fallecido esposo, además de que
Leon acabó confesando su colaboración en el crimen.

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Fue detenida y el juicio se
celebró en 1904. Todas las pruebas indicaban que Mary había cometido el
asesinato y ella misma acabó confesándolo delante del tribunal, por lo que fue
encontrada culpable y sentenciada a la pena de muerte. Pero la condena no fue
del agrado de todo el mundo. Muchas fueron las voces discordantes que creían
que el castigo que se le debía imponer era una larga pena de encierro
carcelario pero no la ejecución.

A lo largo del siguiente año
numerosísimas fueron las iniciativas que se llevaron a cabo para recurrir la
sentencia, recoger firmas (se consiguieron reunir 30.000 firmas contra la
ejecución de Mary Roger, una cantidad enorme teniendo en cuenta de que se
trataba de inicios de 1905). Muchos fueron las influyentes personalidades que
se posicionaron en contra de esa pena capital y desde la prensa se realizó una
campaña a favor de conmutar la condena.

Pero una tras otra las
peticiones eran rechazadas y finalmente, cuando se agotaron todos los recursos,
se puso fecha para llevar a cabo la ejecución: el 8 de diciembre de 1905.

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Como nota curiosa cabe
destacar que una de las estrategias para salvar a Mary de la horca fue el que
quedase embarazada durante el tiempo en el que estuvo encerrada en la Prisión Estatal de Vermont,
facilitándole el tener encuentros sexuales con varios reclusos e incluso con
funcionarios de la propia prisión. Pero no quedó en cinta (que hubiese sido un
eximente para ser ajusticiada) y se dio la orden de preparar todo lo necesario
para llevar a cabo la sentencia. Incluso alguna fuente indica que, ante la
inminente ejecución, se trató de hacer llegar algún tipo de veneno para que
fuera ingerido por Mary con la intención de quitarse ella misma la vida y no
tener que pasar el suplicio de la horca.

Al mediodía de aquel 8 de
diciembre de 1905 Mary Rogers fue llevada al cadalso de la prisión y fue
ahorcada, convirtiéndose en la última mujer ejecutada legalmente en el Estado
de Vermont.

Fuentes de consulta e
imagen: executedtoday
/ murderpedia
/ newenglandhistoricalsociety
/ maxpixel