La curiosa historia del micro que permaneció escondido siete años en la embajada de EEUU en Moscú

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En otoño de 1951, fruto de la casualidad, un operario de
radio del ejército británico que se encontraba monitoreando el tráfico de
aviones rusos dio con una frecuencia en la que se estaba retrasmitiendo una
conversación. Por el tipo de diálogo entre los interlocutores, además del
idioma (inglés), rápidamente se dio cuenta que aquella era una charla que se
estaba emitiendo sin conocimiento de quienes estaban hablando, reconociendo además que
la voz de uno de ellos era del agregado de la Royal Air Force (Fuerza Aérea Británica).

Tras ponerlo inmediatamente en conocimiento de sus
superiores y éstos avisando a su servicio
de contraespionaje del MI5
, se llegó a la conclusión de que se trataba de
algún tipo de espionaje. Dicha conversación del Agregado Aéreo se había
mantenido en la

Spaso House, la residencia del embajador estadounidense Alan Goodrich Kirk.

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Tras contactar con los servicios de seguridad norteamericanos,
dándoles a conocer la escucha realizada, éstos hicieron un exhaustivo examen de
todas las instalaciones de la embajada, pero no encontraron el más mínimo
indicio de que allí hubiese colocado micrófono alguno, por lo que se llegó a la
conclusión de que el mismo podría haber sido llevado camuflado por alguna
persona o grabada la conversación desde algún automóvil cercano al edificio
(algo muy común en la época). Se incrementaron las medidas de seguridad en la
embajada y todo su perímetro, además de a todo aquel que entraba o salían de ella. Semanas después el tema ya había quedado en el olvido.

Pero un año después, a mediados de 1952, ocurrió un caso
similar. Esta vez eran operarios estadounidenses los que cazaban al vuelo una conversación
que parecía provenir de Spaso House y pudieron reconocer la voz del nuevo
embajador George F. Kennan.

Desde los Estados Unidos llegaron a Moscú un grupo de
expertos enviados por el Departamento de Seguridad que pusieron patas arriba
toda la embajada hasta que por fin dieron con el micrófono oculto el 10 de
septiembre de 1952 (tras varios meses de búsqueda).

El micrófono se encontraba escondido dentro de una talla en madera
del ‘Gran
Sello de los Estados Unidos’
, el cual representa un águila calva con las
alas abiertas y el escudo de la nación, que estaba colgado en el despacho del
embajador.

Lo primero que había que averiguar era cómo podía
haber llegado el micro hasta allí y quién lo había colocado.

Curiosamente, los servicios de seguridad bautizaron ese micrófono
como ‘The thing’ (La cosa), pues en
un principio no sabían cómo ese pequeño artefacto podía retransmitir
conversaciones si no tenía batería ni circuito eléctrico alguno (en realidad el
dispositivo funcionaba por resonancia).

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Pero lo más sorprendente fue averiguar cómo había llegado ‘la
cosa’ hasta allí: había entrado dentro del Gran Sello siete
años antes y sin que los servicios de seguridad de la embajada lo detectasen.

Resulta que la talla había sido un regalo hecho el 4 de
agosto de 1945 (en las postrimerías de la Segunda Guerra Mundial), por
el gobierno soviético a través de un grupo de niños que pertenecían a la Organización
de Pioneros Vladímir Lenin
(equiparable a los ‘boy scouts’) al entonces embajador
estadounidense Averell
Harriman
, como muestra de agradecimiento a la colaboración como aliados en
la guerra entre ambas naciones.

El embajador, sin sospechar en ningún momento que aquel
regalo contenía un micro oculto, mandó que fuese colgado en su despacho
personal de la embajada y allí permaneció a lo largo de siete años que retransmitió
al espionaje soviético todo tipo de conversaciones mantenidas en aquel lugar.

Cabe destacar que no fue hasta el 26 de mayo de 1960 cuando
se hizo público este flagrante caso y tuvo lugar durante una reunión del Consejo de
Seguridad de las Naciones Unidas
en la que el representante de la URSS había acusado de espionaje a
los EEUU, fue entonces cuando los norteamericanos decidieron ‘explicar al mundo
cómo se las gastaban los soviéticos, exponiendo el suceso que se originó en una
fecha en la que ambas naciones todavía eran aliadas en la IIGM.

Este curioso caso es considerado, por la mayoría de expertos, como
el primer caso de espionaje de la Guerra
Fría
, periodo de tensiones políticas entre ambos países que duró cinco
décadas.

Fuentes de consulta e imágenes: counterespionage
/ irreductible.naukas
/ cryptomuseum
/ pimall /
nsa.gov

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