Uno de los momentos de mayor tensión mundial durante la Guerra Fría tuvo lugar entre el 16 y el 28 de octubre de 1962, hace exactamente cincuenta años, y fue conocido como la ‘Crisis de los misiles en Cuba’.
El gobierno de Estados Unidos, presidido por John Fitzgerald Kennedy, estaba dispuesto a invadir la isla caribeña tras descubrir durante un vuelo espía, realizado el 14 de octubre, una base provista de misiles nucleares que la Unión Soviética había suministrado al régimen de Fidel Castro.
Kennedy llevaba apenas un año y medio en el cargo y su gabinete arrastraba una importante crisis diplomática del anterior gobierno y que había provocado varios conflictos con el líder cubano. La situación estaba llegando hasta tal punto que la única solución viable era atacar la isla con un contingente de 90.000 hombres y una serie de bombardeos masivos.
Para ello, el propio JFK había redactado un breve mensaje anunciando a la población norteamericana el inicio de la Tercera Guerra Mundial. Dicho mensaje empezaba con las siguientes palabras:
«Mis conciudadanos; con el corazón encogido y en cumplimiento necesario de mi juramento, he ordenado – y la Fuerza Aérea de Estados Unidos ha llevado a cabo- la operación militar con armas convencionales únicamente para eliminar las armas nucleares que se han acumulado en grandes cantidades en el territorio de Cuba».
Fueron 13 angustiosos días en los que la humanidad estuvo a un solo paso de entrar en otra gran guerra y en los que cada hora era decisiva. Estados Unidos pedía explicaciones a la URSS y éstos hacían caso omiso a las recomendaciones de no trasladar armamento nuclear hasta la isla.
EE.UU. comenzó a desplegar barcos de guerra y aviones ante un inminente ataque y el presidente Kennedy se dirigió a la población explicándoles la situación en la que se encontraba el país. Se escribió ese otro mensaje anunciando el inicio de la guerra ante la posibilidad de tener que leerlo en breve, pero afortunadamente el presidente soviético desistió de su propósito y llegó a un acuerdo con su homólogo norteamericano en el que se comprometía a retirar los misiles nucleares de Cuba, siempre y cuando los Estados Unidos se comprometiesen a no invadir la isla.
Coincidiendo con el 50 aniversario de esos dramáticos hechos, se han conocido datos sobre el mencionado mensaje que por fortuna no tuvo que ser pronunciado y el cual se encontraba archivado junto a numerosa documentación que pertenecía a Robert ‘Bob’ Kennedy, hermano y confidente del presidente.
Una recopilación de documentos que nos acercan a cómo habría empezado la Tercera Guerra Mundial y a como, finalmente, se supo gestionar la grave crisis diplomática, salvándose así la vida de cientos de millones de personas e incluso del propio planeta tierra.
El experto en la Crisis de los misiles y profesor en la Universidad de Harvard, Graham Allison ha dado a conocer muchos de los detalles de lo acontecido, mencionando a sus protagonistas entre los que se encontraba, el entonces Secretario de Defensa, Robert McNamara quién era un férreo defensor de la invasión estadounidense a Cuba.
Afortunadamente, tanto el presidente Kennedy como el líder de la Unión Soviética Nikita Jruschov se dieron cuenta del grave error que se cometería en caso de llevar adelante el ataque y ser repelido por los misiles nucleares de la URSS que apuntaban hacia territorio e intereses norteamericanos.
Pero esta no ha sido la única crisis que se ha vivido entre los Estados Unidos y Cuba, aunque sí la más grave. Desde entonces muchos han sido los momentos hostiles que ha habido desde Norteamérica hacia la isla y su líder; entre ellos un extraño acuerdo con la Mafia para acabar con la vida de Fidel Castro.
Fuente: The Independent