André Citroën, el emprendedor que logró alquilar la Torre Eiffel durante diez años para anunciar su empresa de automóviles

A lo largo de poco más de una década, André Citroën convirtió su recién creada empresa de automóviles (en
1919) en la mayor de toda Europa (y
cuarta del planeta). Fue un emprendedor y visionario que introdujo grandes
cambios en la industria de la automoción y las cadenas de montaje así como en el mundo de la publicidad y el marketing, contratando una avioneta para que
dibujase en el cielo de París el nombre de la empresa Citroën (el 4 de octubre de 1922 con motivo de la
inauguración de la feria del automóvil en la capital francesa), el primero que
comercializó con réplicas de coches en miniatura como juguete para los niños o
el único empresario de la historia que consiguió un contrato en exclusiva con
el ayuntamiento parisino para colocar publicidad luminosa de su empresa en la Torre Eiffel durante una década (de
1925 a 1934).

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A pesar de todos estos logros, André Citroën falleció en 1935
(a causa de un cáncer de estómago, a los 57 años de edad) estando en la más
absolutas de las ruinas. Esta es su curiosa historia…

Hijo de una acaudalada familia de emigrantes judíos instalados
en París, André se enamoró de la ingeniería cuando con apenas diez años de edad
vio cómo se erigía en la capital francesa la impresionante Torre Eiffel que había
sido construida con motivo de la Exposición
Universal de 1889
.

Esa genial obra de ingeniería junto a descubrimiento y
lectura de las novelas de Julio Verne hicieron que desde temprana edad André tuviese
muy claro que quería estudiar para ser ingeniero y construir grandes cosas.

Fue matriculado en la prestigiosa Escuela Politécnica donde
se graduó en 1900 recién cumplido los 22 años de edad. Se sintió muy atraído por
el mundo de la automoción, en la época en la que empezaban a aparecer los
primeros modelos modernos de automóviles y en el que vio que todavía había muchísimas
cosas por mejorar.

André Citroën tenía un desarrollado instinto para ver dónde
había negocio y cómo se podría mejorar la producción y su visionario modo de
entender todo ello lo llevaron a ir confeccionando en los siguientes años lo
que sería su gran imperio: la empresa de automóviles Citroën, la cual fundó en
1919 y convirtió en pocos años en el principal fabricante de Europa (y cuarto
de todo el planeta).

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Todo ello llegó tras duros años de trabajo y formación. Casualmente
llegó a él un novedoso sistema de engranajes (el conocido como ‘dobles espigas en v’, que
posteriormente serviría como emblema de la empresa) el cual mejoró y patentó,
creando en 1912 un negocio de fabricación de engranajes para servir a otras
empresas de automóviles de la época.

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Esos años se dedicó a viajar a otros países, visitando
fábricas y viendo el modo de trabajar de éstas. En Detroit visitó la factoría
Ford, tomando nota del trabajo en cadena realizado por los operarios y que
posteriormente aplicaría en sus negocios en Europa, siendo el primero en
hacerlo en este continente.

Con el estallido de la Primera Guerra Mundial fue llamado a
filas (contaba con 36 años de edad) y su visionario modo de ver la producción
propuso a sus mandos el construir una gran nave donde fabricar armamento a
destajo. Fue tal el poder de convicción de André Citroën que en tres meses las
autoridades francesas habían levantado una fábrica armamentística en la que se
contrató a trece mil operarias que trabajaban
en cadena para construir diez mil obuses diarios
, algo inaudito para la
época.

Una vez finalizado el conflicto militar en noviembre de 1918,
André se quedó en propiedad la antigua fábrica de obuses y unos meses después
(ya en 1919) inauguraba la empresa
automovilística Citroën
, convirtiéndola en un referente para la industria
de la automoción.

André Citroën vio en la publicidad el gran aliado de los
empresarios y no le importó invertir grandes sumas de dinero para publicitar en
cualquier lado su empresa. Fue el primero que comercializó con réplicas en
miniatura de sus automóviles e incluso se dejó una gran suma de dinero
contratando una avioneta que, mediante el humo soltado por sus tubos de escape,
dibujó en el cielo de París la palabra ‘Citroën’, con motivo de la inauguración
de una feria automovilística que se inauguró en la capital francesa el 4 de
octubre de 1922.

También financió y organizó varios tours automovilísticos
por el desierto del Sahara (del 17
de diciembre de 1922 al 7 de enero de 1923), otro de más de veinte mil
kilómetros por todo el continente
africano
(del  28 de octubre de 1924 al
26 de junio de 1925) y tour de trece mil kilómetros por Asia Central (entre el 4 de abril de 1931 y el 12 de febrero de
1932).

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Pero su gran golpe de efecto llegó cuando en 1924 firmó un
acuerdo con Fernand Jacopozzi (un
próspero ingeniero y empresario encargado de iluminar gran parte de la Ciudad
de la Luz) mediante el cual iban a colocar un
gigantesco anuncio luminoso con la palabra Citroën en la Torre Eiffel
.

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Un ambicioso y multimillonario proyecto que el ayuntamiento
de París estuvo a bien firmar (convirtiéndose en el único anunciante de la
historia que ha utilizado la famosa torre de la capital francesa) y que el 4 de
julio de 1925 se inauguraba, encendiendo alrededor de 250.000 bombillas de seis
colores diferentes (y 6.000 kilómetros de cables eléctricos).

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Un cartel en horizontal en el que se podía leer la palabra Citroën
desde varios kilómetros de distancia de la Torre Eiffel (cada letra tenía una
altura de 20 metros). Por unos fallos de última hora tan solo se pudo iluminar tres
de las caras de la mítica torre, quedando a oscuras la que da al parque Champ
de Mars.

El contrato de iluminación se mantuvo hasta 1934, año en el
que finalmente fueron retiradas las letras debido a los altos costes de
mantenimiento, pues por aquella época André Citroën se había endeudado. Su
precaria salud (debido a un cáncer de estómago) hizo que no se sintiera con
fuerzas de reflotar la que había sido la mayor empresa automovilística de
Europa y la dejó en manos de Michelin
con el fin de que fuese saneada y no se perdieran los miles de empleos que Citroën
había generado. Falleció el 3 de julio de 1935 a los 57 años de edad.

Fuentes de consulta e imágenes: passion-citroen
/ alpoma / diariomotor
/ dsidclubdefrance
/ mini.43.free / citroenorigins / Wikimedia commons

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