El soldado que solo participó en la 1ª batalla del Ejército Británico contra Alemania en la IGM y se convirtió en héroe

Muchos son los personajes desconocidos que, gracias a
protagonizar alguna gesta heroica,
de la noche a la mañana se convierten en individuos sumamente famosos y que,
tras su fugaz momento de gloria,
pasan de nuevo a estar en el olvido y vivir
el resto de sus días de forma anónima
.

La Historia está llena de estos personajes que han
protagonizado importantes episodios de la misma y que son prácticamente desconocidos
para la gran mayoría de la población.

El relato que os traigo hoy al blog versa alrededor de un
soldado raso que participó en un famoso combate acontecido en los inicios de la
Primera Guerra Mundial y quien
protagonizó un heroico acto que fue vital para el Ejército Británico al que
pertenecía, siendo rara la vez en que es mencionado en algún libro de Historia
que traté sobre el tema.

[Relacionado: El héroe de la IGM que quedó en el olvido por su
origen indígena
]

La batalla en cuestión es la que tuvo lugar el 23 de agosto
de 1914 en la población belga de Mons
y dicho combate es sobre todo conocido por ser el primero en el que participó la
Fuerza Expedicionaria Británica
contra el Ejército del imperio Alemán,
tras la invasión germana de Bélgica y el avance de estos hacia el norte de Francia.

La fuerza militar británica enviada a combatir en la recién
iniciada guerra europea (que acabaría convirtiéndose en la IGM) estaba
compuesta por varias tropas de soldados profesionales.

Entre ellos figuraba el soldado Sidney Godley de 25 años de edad y que llevaba un lustro en el
ejército como voluntario. Se trataba de un joven tenaz y entregado que provenía
de una modesta familia del sureste de Inglaterra y que había decidido
incorporarse en 1909 al Regimiento
de Fusileros Reales
, en busca de un poco de emoción en su anodina vida.

Y es que hasta el momento que tomó la decisión de alistarse
al ejército la vida de Sidney Godley había sido monótona y llena de sinsabores.
Quedó huérfano de madre a corta edad y su padre decidió enviarlo a vivir con sus
tíos a Londres, quienes tras acabar los estudios obligaron a trabajar de mozo
en una ferretería.

Pero Sidney estaba convencido que más allá del aburrido barrio
londinense donde residía había una emocionante vida esperándole y optó por
incorporarse al insigne cuerpo de fusileros reales llevado por las muchas aventuras
que había leído sobre ellos en las novelas épicas.

El verano de 1914, tras estallar el conflicto bélico y el
Reino Unido declarar la guerra a Alemania, Sidney fue enviado al continente a
luchar en el primer combate en el que intervendría la fuerza británica en suelo
belga.

Al igual que todos sus compañeros de regimiento, Sidney
Godley iba bien preparado y entrenado para la misión, pero a pesar de ello el
poder militar del Ejército Imperial Alemán obligó a los británicos a optar por
una retirada anticipada del lugar (tras ver que era imposible ganar la batalla)
antes de que los germanos (que los doblaban en número y efectivos) los rodeasen
y aniquilaran a todos.

Y ahí es cuando Sidney Godley tuvo una destacadísima
actuación. En el momento en el que el ataque alemán era más potente el teniente
Maurice Dease,
oficial al frente del cuarto batallón de fusileros reales, tomó la decisión de defender el puente Nimy junto a Sidney
y con una ametralladora hacer frente a los germanos.

Dease fue herido de muerte y el soldado raso se puso al
frente y repelió el ataque todo lo que pudo, consiguiendo que un gran número de
compañeros pudieran huir de allí y, por consiguiente, hacer que sobrevivieran a
una masacre.

A pesar de sufrir dos importantes heridas en la espalda y la
cabeza (una de metralla por una explosión y otra de una bala) Sidney siguió
repeliendo el ataque todo lo que pudo a lo largo de dos horas de intenso fuego
enemigo y una vez comprobado que el resto de británicos (que continuaban con
vida) se habían retirado decidió marcharse de aquel lugar, no sin antes
desmontar la ametralladora para que no fuera utilizada por los alemanes.

[Relacionado: Mons, la batalla de la IGM de la que surgió una
leyenda urbana sobre ángeles y fantasmas
]

Pero en el momento de salir de allí fue atrapado por los germanos quienes en lugar de matarlo decidieron encerrarlo en un campo de prisioneros y curar sus heridas; lugar en el que permaneció durante los cuatro años que duró la guerra y sin tomar parte en ella en todo ese tiempo.

Durante todos esos años Sidney Godley había
sido dado por muerto por los británicos, quienes le habían concedido a ‘título
póstumo’
junto al teniente Maurice Dease la Cruz Victoria, la más alta condecoración
militar de cuantas distinciones existen en el Reino Unido.

Fue precisamente estando en el campo de prisioneros donde se
enteró años después que había sido distinguido con tal honor. Tres meses
después de acabar la IGM y ser liberado, le fue entregada la condecoración de
manos del rey Jorge V.

Pero tal y como Sidney Godley se había convertido en uno de
los primeros héroes de la IGM, de la noche al día pasó al anonimato y a volver
a vivir una insignificante y anónima vida como conserje en una escuela pública.

Falleció en 1957 a la edad de 67 años. Fue a partir de
entonces cuando le llegaron la mayoría de reconocimientos oficiales (entre
ellos un entierro con honores militares).

Fuentes de consulta e imágenes: warhistoryonline
/ telegraph
/ spartacus / Wikimedia
commons

[Relacionado: El héroe de guerra que se escondía tras un
modesto verdulero
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