El adolescente al que ejecutaron en la silla eléctrica dos veces

El 3 de mayo de 1946, Willie
Francis
, un muchacho afroamericano de apenas 16 años de edad, era llevado
desde el corredor de la muerte en la Penitenciaría
Estatal de Luisiana
para ser ejecutado en la silla eléctrica (llamada
familiarmente por los presos y funcionarios de la prisión como ‘Gruesome Gertie’ –La terrible
Gertie-).

Había sido acusado de asesinar en diciembre de 1944 a Andrew Thomas, el propietario de la
farmacia donde Willie trabajaba como ‘chico de los recados’.

Tras ser sentado en la silla y maniatado con las correas, el
funcionario encargado de su ejecución activó la palanca y los testigos
presentes en aquel ajusticiamiento quedaron perplejos al ver que nada ocurría.

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Willie, que se encontraba en un evidente estado de
nerviosismo, entró en shock y comenzó a chillar, pidiendo que le quitaran todas
aquellas correas. El empleado de la penitenciaría iba aumentando la intensidad
de la descarga eléctrica, pero nada ocurría… la silla eléctrica había fallado, una situación que era la primera vez
que ocurría en el medio siglo que llevaba utilizándose este método de ejecución
en los Estados Unidos (1890).

El porqué falló la descarga
eléctrica
se pudo averiguar posteriormente y se debió a que fueron
conectados los cables de manera incorrecta por parte de un funcionario que estaba bajo los efectos del alcohol.

Esto salvó de morir aquel día a Willie Francis y a la espera
de que se fijase una fecha para llevarse a cabo de nuevo la ejecución, algo que
aprovechó el muchacho para pedir a su abogado que realizara una apelación a la Corte Suprema, con el fin de revisar su
caso, ya que en el juicio en el que se le encontró y declaró culpable estaba
lleno de errores, presentándose pruebas falsas por parte de la fiscalía,
desapareciendo el que había sido el arma del crimen, un revolver que no pertenecía
al joven Willie sino a uno de los ayudantes del sheriff.

Willie declaró una y otra vez que era inocente y que había sido
obligado (tras ser agredido en comisaría) a firmar un documento en el que
admitía haber cometido el asesinato.

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La revisión del caso centró en una serie de violaciones de
los derechos de Willie que estaban contemplados en un buen número de artículos
de tres de las Enmiendas de la Constitución de los EEUU. A pesar de que fue
ampliamente discutido y debatido por los miembros del tribunal que se encargó
de estudiar la apelación, finalmente fue
denegada
, quedando a la espera de ser nuevamente ejecutado.

Los siguientes meses Willie los pasó encerrado en el
corredor de la muerte de la Penitenciaría Estatal de Luisiana, un lugar al que
se le conoce coloquialmente como ‘Angola’, no porque la población en la que se
encuentra se llamé así (como erróneamente indican algunas fuentes), sino porque
de tal país era la procedencia de los esclavos africanos que trabajaron en la
plantación que había estado en aquel mismo lugar dos siglos atrás y en la que posteriormente
se levantó la prisión en 1850.

El 9 de mayo de 1947, un año y seis días después del fallido
primer intento, Willie Francis fue conducido de nuevo hasta la ‘Gruesome Gertie’,
maniatado con correas en la silla y ejecutado (esta vez sin ningún
contratiempo).

Fuentes de las imágenes: Documental ‘Willie Francis Must Die
Again
/ Wikipedia
/ Google
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