por Lis Hartel (14 de marzo de 1921 – 12 de febrero de 2009) fue una jinete danesa que dejó una huella indeleble en la historia del deporte ecuestre y en la lucha contra la discapacidad. A pesar de haber sido diagnosticada con polio a los 23 años, lo que la dejó paralizada de por vida por debajo de las rodillas y afectó sus brazos y manos, Hartel decidió continuar su carrera ecuestre.
Antes de su enfermedad, Hartel ya había demostrado su habilidad como jinete, ganando los campeonatos de doma danesa en 1943 y 1944. Pero fue después de su diagnóstico que su determinación y valentía se hicieron aún más evidentes. En 1947, terminó en segundo lugar en los campeonatos escandinavos de doma, aunque necesitó ayuda para subir a su caballo.
Pero su mayor logro llegó en los Juegos Olímpicos de Helsinki en 1952, donde fue una de las primeras mujeres en competir contra hombres en un deporte ecuestre. A pesar de su discapacidad, ganó la medalla de plata en la prueba de doma clásica individual, convirtiéndose en la primera mujer en ganar una medalla en cualquier deporte individual en los Juegos Olímpicos cuando competía directamente con hombres.
Hartel continuó compitiendo y ganando campeonatos nacionales en su país y otra medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Melbourne en 1956. Después de retirarse de la equitación competitiva, dedicó su tiempo a apoyar la equitación terapéutica para personas con discapacidades, recaudando fondos y realizando demostraciones. En reconocimiento a sus logros, fue incluida en el Salón de la Fama de Dinamarca en 1992 y nombrada una de las 10 mejores atletas de Dinamarca de todos los tiempos en 2005.
El legado de Hartel ha sido una inspiración para muchas personas en todo el mundo que luchan contra la discapacidad y han encontrado en el deporte una fuente de fuerza y superación personal. La Fundación Lis Hartel en los Países Bajos, que lleva su nombre, continúa ofreciendo oportunidades para montar a caballo y ayuda a mantener vivo el espíritu de esta increíble jinete.
